Trabajo decente: Entre lo existente y lo necesario
"Algún día tendrás que despertarte para salvar tus sueños"
TEJEDOR@S DE SUEÑOS, tejedor@s del "cuidado" |
A través de las redes sociales circulan, comúnmente, convocatorias de trabajo que demandan altas competencias, requisitos, perfiles y formación académica; sin embargo las condiciones laborales que ofertan (para el caso de Enfermería en Colombia) no siempre son las mejores y dignas para un profesional.
De hecho estas situaciones promueven en los miembros de estas redes todo tipo de sentimientos y opiniones, y me atrevería a decir que pocas acciones, que obligan a reflexionar sobre lo existente y lo necesario, es decir cuál y cuanta diferencia hay entre el trabajo, a secas, y lo que debería ser un trabajo decente.
Los cambios en el trabajo, a los cuales asistimos en los últimos tiempos, han afectado regresivamente las condiciones laborales, generando : cargas de trabajo, trabajo por tareas, por horas, flexibilidad horaria, contratos precarios, salarios ínfimos; situación de justicia social que si se puede evitar, pero que depende ,en gran medida, del compromiso y voluntad política de todos y cada uno de los actores del contexto laboral.
Un concepto consensuado a nivel mundial : En 1999, Juan Somavia -primer director general de la OIT (fundada en 1919)- presentó su memoria “Trabajo decente”. En ella introduce el mencionado concepto, caracterizado por cuatro objetivos estratégicos: los derechos en el trabajo, las oportunidades de empleo, la protección social y el diálogo social. Cada uno de ellos cumple, además, una función en el logro de metas más amplias como la inclusión social, la erradicación de la pobreza, el fortalecimiento de la democracia, el desarrollo integral y la realización personal.
En un período de tiempo relativamente breve, este concepto ha logrado un consenso internacional y nacional, como estrategia para reducir y eliminar las desigualdades antes señaladas.
¿Mi trabajo , o el que me ofrecen, es “decente”?
Para reflexionar sobre este interrogante, el concepto de trabajo decente, nos plantea tres escenarios: ¿Quiénes somos? ¿Qué necesitamos? ¿Qué deseamos?
Estos escenarios sintetizan las aspiraciones que tenemos durante la vida laboral, y porque no señalarlo, luego de ella. El concepto de trabajo decente es así práctico, objetivo , medible y cuantificable, dando lugar a la construcción de indicadores, que, sin duda alguna, expresan aquello que sentimos y conocemos como “dignidad”.
Al respecto , me permito transcribir una de las concepciones del grupo de estudio (2012) de ANEC Seccional Cundinamarca:“El trabajo que dignifica y permite el desarrollo de las propias capacidades no es cualquier trabajo; no es decente el trabajo que se realiza sin respeto a los principios y derechos laborales fundamentales, desconociendo los principios y valores de la profesión de enfermería; ni el que no permite un ingreso justo y proporcional al esfuerzo realizado, sin discriminación de género o de cualquier otro tipo, ni el que se lleva a cabo sin protección social”.
Necesidades satisfechas con el trabajo
Precisamente, en una sesión de estudio hablamos de la escala de necesidades humanas y uno de los participantes dijo: “Nunca me imaginé que el trabajo en sí podría satisfacer tantas necesidades humanas”.
En efecto, si miramos el modelo del Dr. Manfred Max-Neef, sobre el Desarrollo a Escala Humana, podemos encontrar en ese referente teórico, grandes elementos para comprender si nuestro trabajo, o el que nos ofrecen ( si es que se ofrece-también discutible- ), puede o puede no–satisfacer varios elementos de cada uno de las necesidades básicas, un gran indicador del trabajo “decente”.
Como ejercicio de imaginación, atrevámonos a pensar “con este referente” sobre nuestro trabajo:
SOBREVIVENCIA: salud física, alimentación, techo, contacto social. Recuerde que, para el 2010, en Colombia se calculó que os profesionales de la salud redimen el valor de su inversión, en promedio, a los 12 años de haber iniciado su formación, lo cual sin duda , después de tres años de avatares, debe ir en 15 años.
PROTECCIÓN: seguridad, ingreso fijo, círculo social, autonomía. Recuerde que el 48% de los profesionales de enfermería en Colombia, tienen contratos diferentes al contrato laboral, por formas leoninas de tercerización.
AFECTO: respeto, amistad, colegaje, compartir. ¿La política de la dignidad, es una constante en su lugar de trabajo? Lea en este blog “colegaje el hilo que une aquello que nos separa : http://enfermeria-participacion.blogspot.com/2012/08/colegaje.html
COMPRENSIÓN: corrección, curiosidad, intuición, educación, estudio. ¿Quién te financia los costos de tu formación continuada? ¿Tu salario alcanza para esto?
PARTICIPACIÓN: responsabilidad, deberes, derechos, colaboración, disensión, actividades sociales. Te invito a leer el post “lo cotidiano en busca de sentido” en este mismo blog. http://enfermeria-participacion.blogspot.com/2013/05/lo-cotidiano-en-busca-de-sentido-etico.html
DESCANSO: ¿Es lo mismo el tiempo de ocio que el del descanso? Vaya que tu trabaja en mas de dos jornadas y estudias en una, ¿a ello llamas calidad de vida?
CREACIÓN: curiosidad, habilidades, creatividad, expresión, retos. ¿Cuál es la última invención, propuesta, proyecto que hiciste en tu trabajo? ¿Eso te reportó puntos en tu escalafón? La verdad es que el escalafón es privilegio de unos pocos.
IDENTIDAD: pertenencia, auto-estima, valores, normas, comprometerse. ¿Te dedicas a trabajar, trabajar y trabajar y no te preocupas por los asuntos de tu profesión?
LIBERTAD: autonomía, pasión, reflexión, vocación, , conciencia, concepción. ¿Dejas entrar en tu vida la realidad dolorosa de la patria, o no te interesa?
Cuando construyamos espacios, procesos, organizaciones y empresas, que den cuenta de la satisfacción de estas necesidades podremos decir, ha corrido mucha agua bajo el puente ,para pasar del trabajo al trabajo decente. Allí donde todos ganamos. Recuerda "Algún día tendrás que despertarte para salvar tus sueños"(B.P)
Alba, buen ejercicio el que propones. Viene un congreso de ANEC , si pudieras hablar de todos estos temas que conoces, creo que Enfermería te lo agradece.
ResponderEliminarGloria M
Apoyo la solicitud e Gloria. Fui alumna suya, y cada vez recuerdo sus palabras. No soy miembro de ANEC pero esta organización, debería contar con Usted para que otras profesionales la escuchen, porque tiene mucho que decirnos. Sandr R.
ResponderEliminarapoyo totalmente a lo propuesto!
ResponderEliminarAlba envia la dirección de tu blog a las organizaciones, sería bueno que desde allá se impulsara una investigación con el ejercicio que se propone. Como siempre, buen artículo,saludos
ResponderEliminarFLORALBA R.
Traté de hacer el ejercicio, pero definitivamente la profesión no es la mejor. Por lo menos hay alguien como Usted que lo dice y lo pone a pensar. Felicitaciones
ResponderEliminarCarlos
CON RESPETO UNA PREGUNTA: ¿QUE HACE LA ANEC ANTE TANTO ATROPELLO CONTRA LOS PROFESIONALES? NADA... SOLO COBRAN LA CUOTA DE AFILIACION.
ResponderEliminarCon el mayor respeto trataré de encaminar esta inquietud a esa organización,porque pienso que: NO HAY NADA MAS ENSORDECEDOR QUE EL SILENCIO DE UNA ORGANIZACION, pero por otra parte: hay dos salidas que propongo: una individual: hacer valer su contrato realidad, y otra gremial: con negociación y alianzas ante la complejidad del problema y dado que no es un problema suelto de la profesión, sino inmerso en la situación laboral del país.
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