Elaborar un sueño, transformarlo en idea, devolverlo al mundo de la acción, implica pensar en un reto complejo que debemos asumir el ¿CÓMO?. Esto requiere de un planteamiento de fondo vivido y reflexionado con criterios éticos; la siguiente historia es una forma amena que facilitará el paso seguro del sueño a la acción
Las tres rejas:
El joven discípulo de un filósofo sabio llega a su casa y le dice:
-Maestro, un amigo estuvo hablando de ti con malevolencia...
-¡Espera! -lo interrumpe el filósofo-. ¿Hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme y la acción que vas a realizar ?
-¿Las tres rejas? -preguntó su discípulo.
-Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme y lo que vas ha hacer es cierto, se acoge a la verdad del problema?
-No. Lo oí comentar a unos vecinos.
-Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien lo que vas a decir o hacer?
-No, en realidad no. Al contrario...
-¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta, es necesario tu acción u omisión ?
-A decir verdad, no.
-Entonces... -dijo el sabio sonriendo-, si no es verdad, ni bueno ni necesario, sepultémoslo en el olvido.
Evidentemente la verdad, la bondad y la necesidad son criterios éticos que no pueden faltar en el balance de las acciones a emprender y continuar.