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Enfemera de la Universidad del Rosario de Bogotá-Colombia-Abogada de la Universidad Nacional de Colombia. Con formación postgradual en Gerencia de la Salud Pública,Instituciones Jurídico Laborales , Políticas Sociales con Enfasis en Salud y Docencia. He sido profesora de Etica y Bioética, FORMACION POLITICA en universidades como: Fundación Universitaria del Area Andina en Bogotá-Colombia; y me desempeñè como Enfermera HUS de Bogotá ; Conferencista en las áreas de Responsabilidad profesional, políticas de Salud y enfermería, Etica y Bioética, Derechos fundamentales, en especial derechos de los niños y niñas. Expresidenta del Consejo Técnico Nacional de Enfermería CTNE -período 2008-2010. Fui hasta el año 2015 miembro de la Asociación Nacional de Enfermeras de Colombia ANEC.

viernes, 1 de junio de 2018

La historia eterna de las olvidadas: Enfermería y el reconocimiento social de sus cuidados

Parece cuento:  al barco lo defienden los tiburones .
BENEDETTI

Con esta reflexión titulada "La historia eterna de las olvidadas" se hace relación a la falta de reconocimiento social del valor de los cuidados de enfermería, particularmente en el mundo de las publicaciones nacionales, e internacionales  sobre  cuidado.
  
Aún es desconocido el aporte social de los cuidados de enfermería, pese al avance de esta disciplina como ciencia, su desarrollo teórico,y la formación avanzada de los profesionales.  Señalo esto  porque,  en la pesquisa que vengo realizando desde largo tiempo , he encontrado que en los estudios, libros , y publicaciones sobre aporte social de los cuidados y la problemática del mismo no se contempla a enfermería como referente y no se consulta como autoridades en la materia  a  personalidades de esta profesión ,  y aún más, ni siquiera se menciona a la enfermería como institución de cuidado

Como evidencia de lo anotado, cito algunas revisiones recientes  así: El trabajo de cuidados de Cristina Carrasco y otros , de editorial La Catarata , Madrid 2011; Filosofía del Cuidar: Irene Comins , Icaria-Barcelona 2012; Desarrollo Infantil y Prácticas de cuidado . Universidad del Norte 2015 ; Malabaristas de la vida: María Inés Amoroso, Icaria –Barcelona 2010; y los acabados de salir como:  Género y cuidado de Luz Gabriela Arango y otros, Universidad Nacional de Colombia 2018; y la publicación de la separata del periódico el País de España-on line- titulada el valor de los cuidados.  

Todas señalan, unas más otras menos,  que consultaron:  “Voces autorizadas del ámbito académico y de los movimientos feministas quienes denuncian que hoy nos encontramos ante una crisis de los cuidados”, pero las eternas olvidadas  en esas consultas y no mencionadas en ninguna parte, pero en ninguna,   somos enfermería y sus cuidados. Y como sabemos "LO QUE NO SE NOMBRA NO EXISTE".

Con sentimiento y preocupación  veo esta realidad que nos muestra como se ha confinado al silencio y el olvido  a una profesión de más de un siglo, sufriendo lo que Denise Gastaldo llama la “anorexia del poder”. Pareciera que la historia nos hubiera borrado de sus índices, de su mirada, de  sus referentes; un olvido del que siempre hemos intentado huir. Pero?

En esta situación,  y en muchas otras,  el mundo nos parece opaco. No entendemos por qué suceden las cosas , ni por qué la gente hace las cosas que hace , y cree las cosas que cree.

Por otra parte, también me llama la atención que al conversar con colegas parece que esto se vuelve tan natural que no sorprende ni toma de improviso. 

Sin embargo , y en  todo caso,  creo que en el fondo esa opacidad nos afecta, nos inquieta,  duele, y nos impone a entender cosas como estas que a veces resultan incomprensibles.  ¿Que nos pasa entonces?, o ¿Qué pasa en la sociedad, en el mundo académico, con la ciencia, la interdisciplinariedad ? ¿Cual es el imaginario social que se tiene de enfermería ? ¿No se llega con nuestro quehacer a los sujetos de cuidado ? ¿Nuestro conocimiento no es digno de ser equiparado a esas voces autorizadas que los otros consultan?  Todas estas inquietudes merecen un análisis profundo, que escapa a estas líneas.

Puede ser que muchas de las respuestas  ante estas circunstancias nos digan que las dudas y sus causas provienen de nosotros mismos , pero también puede suceder que los otros tengan la mirada nublada;  pero en todo caso tenemos dos caminos: uno  seguir sin entender, trabajando como podamos,   o   tratar de entender algo de nosotros, los demás y del mundo , y sacar consecuencias. Sabemos de cuidado, y esa sapiencia nos debe permitir avanzar en conjunto  para que la sociedad perciba que los cuidados de las enfermeras tienen impacto en su salud y por ende en lo social. Pero esto necesita de suficiente demostración y evidencia.

Nuestro trabajo es visibilizar la profesión  y seguirnos preguntando y respondiendo por qué siendo una disciplina humano social no ocupamos el lugar que nos corresponde, ni siquiera en los escritos. Será una cuestión de hegemonía?  

Como señalaba, es hora de debatir, de un análisis urgente y profundo, de trabajar  muy bien, pero bien, para que haya resonancia de lo que sabemos y hacemos. De otra forma proliferará la mediocridad y con ello el reconocimiento social tan anhelado nos llevará muchos más siglos.