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Enfemera de la Universidad del Rosario de Bogotá-Colombia-Abogada de la Universidad Nacional de Colombia. Con formación postgradual en Gerencia de la Salud Pública,Instituciones Jurídico Laborales , Políticas Sociales con Enfasis en Salud y Docencia. He sido profesora de Etica y Bioética, FORMACION POLITICA en universidades como: Fundación Universitaria del Area Andina en Bogotá-Colombia; y me desempeñè como Enfermera HUS de Bogotá ; Conferencista en las áreas de Responsabilidad profesional, políticas de Salud y enfermería, Etica y Bioética, Derechos fundamentales, en especial derechos de los niños y niñas. Expresidenta del Consejo Técnico Nacional de Enfermería CTNE -período 2008-2010. Fui hasta el año 2015 miembro de la Asociación Nacional de Enfermeras de Colombia ANEC.

martes, 2 de abril de 2019

LOS CAMINOS DE LA VISIBILIDAD PROFESIONAL

El Consejo Internacional d Enfermeras CIE y la OMS impulsaron desde el 2018 y con meta al 2020 ,el movimiento internacional denominado Nursing Now para empoderar y apoyar a las enfermeras en el cumplimiento de los desafíos del siglo XXI. De la lectura de sus 5 objetivos  puedo señalar que coinciden con los postulados del “deber ser profesional” plasmado en la Ley 266 de 1996 que regula el ejercicio de la profesión de enfermería en Colombia,  marcando las rutas y caminos hacia la visibilidad de la profesión.
LA LEY 266 DE 1996 se constituye en el estatuto político de la profesión y  adquiere el carácter de proyecto de desarrollo profesional en varios campos:  HISTÓRICO ( el camino tras las huellas de los procesos recorridos, el legado del cuidado) , POLÍTICO (el campo de acción y participación, en los escenarios de la profesión, autonomía,autorregulación), CIENTÍFICO (camino de su disciplina y el desarrollo de el cuidado),  PEDAGÓGICO  (formación, concepción, competencias ) , ÉTICO ( responsabilidad social, legal e  inserción en el mundo) , CULTURAL (  fortalecimiento de  identidad , pertenencia profesional, colegaje, solidaridad ), ECONÓMICO ( en la redistribución de ingresos y ganancias dentro del sector salud, l reconocimiento a su trabajo – contratación, salarios, escalafones ). Un proyecto que busca paliar la invisibilidad de la profesión, cuyas causas pasan por cuestiones de género, lo doméstico, lo privado, lo vulnerable, la deuda social por el cuidado, la formación profesional, todo lo cual se sintetiza en un aspecto de justicia social.
La ley 266 de 1996, abrió caminos para la gestión del cuidado, comprendiendo que si se quiere dar visibilidad a la profesión, es preciso incluirse el cuidado de enfermería como un alto valor en la organización del sistema de salud y en la trayectoria vital de la persona, de manera que los ciudadanos, usuarios de los servicios de salud puedan acceder a la oferta de cuidado de manera regular y oportuna.

Pese a todos estos esfuerzos, y los que faltan, -porque es necesario regular ese proyecto de desarrollo profesional que se señaló anteriormente, y que insisto, como  siempre lo he dicho públicamente, que nos cogió la tarde en esa regulación, hoy todavía el cuidado y por ello los profesionales de  enfermería permanecemos en un terreno invisible que hace que la valoración de la población general sobre su repercusión en la atención de la salud no sea la esperada.

La valoración que tiene la sociedad de las y los enfermeros bien puede encontrarse en el imaginario que plasma ese tercer poder que constituyen los medios de comunicación escritos, y que últimamente muestran preocupación por problemas del ejercicio profesional , percepción que va desde la  queja y llega incluso  a  la caricatura del cuidado que se brinda. Un barómetro que no podemos desconocer  y que  mide y señala que pese a la alta formación de los profesionales que llega a los doctorados, el estatus, perfil profesional, y nivel de confianza en la enfermería no es el mejor.

En consecuencia de esto, entre las estrategias para trabajar la visibilidad, tendrá que evaluarse como el sujeto de cuidado recibe el mensaje del cuidado de enfermería , y también cuales han sido las dificultades para enviar un mensaje adecuado y claro. Es necesario revisar, simplificar, concretar y reconocer objetivamente lo que hacemos, no tratando de señalar  que otros son los responsables de nuestra suerte, sino que nos corresponde a todos y cada uno de los profesionales en cualquier ámbito de ejercicio,y más aun que la responsabilidad sobre el imaginario social es mayor para los formadores de profesionales.

Por ello, es esencial profundizar en el concepto de cuidado desde una perspectiva social y filosófica, aportando ideas nuevas que, junto a la razonabilidad y objetividad, hagan emerger el cuidado no solo como cuestión privada, incluyéndolo además como un bien público imprescindible para la salud de las personas, y que se encuentra al mismo nivel del quehacer de otras profesiones.

La visibilidad social de la profesión está muy ligada a la identidad profesional. En ese sentido,  trabajar en ese aspecto tiene carácter y sentido de urgencia, lo cual  implica que se lleve a cabo en dos espacios de interacción, de forma que el bosque no haga perder los árboles, y al contrario que los árboles permitan ver el bosque.

Un espacio de interacción de corto alcance, donde el profesional comprenda que el es tal, porque se debe a la profesión y de esa manera le corresponde  identificarse con sus postulados y desplegar el cuidado o esencia de la profesión para que la sociedad reconozca al profesional de enfermería como “cuidador de vida y salud”. Este espacio resulta interesante porque  tienen  más “resonancia” que la misma publicidad que pudiera hacerse por otros medios sobre la profesión
Otro,  tiene que ver con espacios  de interacción más fuerte como son la participación con otros actores, instituciones, donde se busca generar y desplegar liderazgos inteligentes, aptitudes y actitudes profesionales individuales y colectivas, necesitando la solidaridad de gremio, la pertenencia a los colectivos y organizaciones, requiriendo de nuestros aportes para la construcción de opciones de vida mejores y que correspondan a esa cosmovisión del proyecto de desarrollo de que se hablo, buscando que este sea sostenible  en lo individual y lo colectivo.

En todo caso, el cuidado es un asunto político. Las decisiones sobre la manera y la forma de acep­tar y compartir las responsabilidades del cuidado por parte del Estado y las personas también depende de la cantidad de recursos colectivos que se invierten en cuidados, y que en comparación con otros servicios públicos debe ser igual o mayor. Pero en esto , debemos mostrar con evidencia nuestros aportes al desarrollo social y de salud .

Quiero dejar en sus manos una propuesta desde la Ética, y mas específicamente desde la Ética del Cuidado, con el fin de Ser nosotros mismos: profesionales situados desarrollando conocimiento, concepción y acción. Sin menoscabo de las obligaciones que me asiste, invito la comunidad de enfermeras a expresar su voluntad y compromiso por el desarrollo de una profesión responsable con el cuidado de la vida y la salud;  de otra forma , no habrá campaña o movimiento, por mundial que sea, que posicione y visibilice la profesión.