Cada tejido es reflejo de su
creador; los hilos de una profesión se entrecruzan y enlazan de mil formas, comportándose
como un tejido social.
La forma gráfica de un
tejido textil –latinoamericano- , o conjunto
de hilos entrelazados que conforman un todo unitario pero diverso, nos permitirá comprender la concepción sobre el mundo que tiene una profesión, así como las generalidades y el porqué es de tal o cual
manera, y sus particulares formas de actuar en la realidad.
La estructura del tejido de
una profesión, permite mostrar una imagen multidimensional del mundo, sus espacios
de formación, sus formas de ejercicio, la forma como se ejerce, como se
renueva, su historia, cultura,
organización y proyección.
Como cualquier tejido , en
una profesión se interrelacionan dos tipos de hilos: la trama y la urdimbre, la primera, es la base del tejido y está colocada
en un telar de forma vertical, y sobre
ella se tejerá la urdimbre de la vida y se permitirá su expresión diversa, la
cual se coloca y entrelaza con la trama en el sentido horizontal o diagonal. El
tejido como un todo tiene varias manifestaciones en sí mismo, así: Si la trama es firme( en una
profesión- la trama es equivalente a las
normas, la formación, el contexto y sistema en el que se encuentra inmerso una
profesión, para las de la salud el educativo, el de salud, el laboral, el
social, y las organizaciones), la urdimbre (los miembros de una profesión)
se enlazará equilibrada y el tejido mostrará toda su belleza. Si la trama es demasiada apretada,(modelo
de salud, reformas laborales, etc) no permitirá la plena expresión de la
urdimbre, resultando un tejido opaco, no identificable, invisible. Si la trama es suelta, (Sin Dios
ni ley) la urdimbre no encontrará apoyo, la base será casi inexistente, y la
profesión flotará sin forma, sin identidad, sin expresión.
Acorde con esta descripción,
el sentido histórico y social de una profesión depende en gran medida de las
posibilidades que la urdimbre –sus miembros- encuentren en la trama, generando
así la responsabilidad de generar diálogo entre ellos, de volver una urdimbre
fuerte que sepa atravesar cualquier trama del contexto, o cambiarla si definitivamente es estrecha o muy
suelta, o conservarla si es sólida y democrática.
En cuanto a estas tramas: apretada o suelta, no sabría responder cual es mejor; sin
embargo pienso que en cualquiera de ellas la identidad se diluye, hace que no
se posea un pensamiento propio y por ende no se forma críticamente a los
miembros de una profesión, para cuestionar modelos impositivos de cualquier
índole, encontrándose siempre en condiciones de convertirse en un campo de
experimentación y dominio, sin alternativas que les permitan encarar desde la profesión
misma y desde sus organizaciones su propio destino.
Por supuesto, que el ideal es
contar con un tejido equilibrado en la profesión, que será armonioso como una
nota musical, suave o fuerte, pero armónico en su sentido. (Para enfermería ,
este tejido ideal nos lo recrea la Ley 266 de 1996). Ese sentido lo marca el
bien común de la profesión.
Las profesiones viven momentos, en algunos casos, hemos visto que tramas apretadas buscan asfixiar
las urdimbres, envolviendo a sus hilos, anudándolos y no dejándolos avanzar. Visto
desde el momento político, quizá es cuando intereses individuales, o de otros
actores, quieren ejercer su poder de dominio con modelos hegemónicos sobre una
profesión, que aparentemente-(o en realidad?) se muestra débil.
También debe considerarse que
en un tejido equilibrado se necesita hilos que tensionen, (la oposición
argumentada) que exijan que los demás hilos se cualifiquen, que no se envuelvan
y anuden en su propia concepción, sino que cedan a la presión y permitan que se
interrelacionen con otros hilos para dar solidez al tejido porque se considera
que son importantes por lo que aportan
al tejido.
Es preciso descifrar la
naturaleza de las urdimbres de las profesiones y sus organizaciones, y a que
destinan sus tejidos. Por ejemplo, si una organización tiene como misión
defender los derechos de sus miembros, su tejido debe mostrar esto, y sus
acciones principales no pueden ser sustituidas por otras, puesto que esto sería
comportarse como trama suelta, quedando el apoyo de los miembros en el vacío.
El tejido de una profesión
necesita de manos hábiles para hilar,
tejer y bordar estructuras inteligentes, armoniosas, con texturas y diseños
vibrantes que dejen ver y reconocer por otros- y pese a la complejidad de las
tramas y contextos- la belleza del ejercicio profesional, de su impacto social,
de forma que se muestre su arte, se reconozca y así no se encuentre necesario
formar otros tejidos profesionales que sustituyan el quehacer de profesiones
históricas y sociales que son amenazadas. Sea esta una invitación a hablar con
fuerza a través del textil, del tejido, de la urdimbre de la profesión.