En todas y cada una de las facetas de la vida
humana, y más aun cuando tratamos de escoger y/o ejercer una profesión, las personas adquirimos compromisos mutuos,
que no solo deben ser recordados, sino revisados con frecuencia, en cuanto a las pautas de interrelación,
reglas constitutiva y regulativas del campo profesional.
Como motivo para comenzar este nuevo año revisemos
solo una cuestión, que se plantea aquí como PROPOSICIÓN:
Quien ingresa a una profesión, y quien la ejerce,
no puede proponerse como contrato social una meta cualquiera, su contrato social
corresponde a cumplir con el “bien
interno de la profesión”. ¿Cuál es ese bien en su profesión?
Toda profesión tiene un bien interno que le da sentido, legitimidad
social, y o reconocimiento.
Por ejemplo, en enfermería y en Colombia- al unísono con lo
que se entiende por ella de forma universal- nuestra ley 266 de 1996, establece
dentro del artículo 3º:”definición y propósito”, el bien interno de la profesión: el cuidado de
enfermería debe realizarse para promover salud, prevenir enfermedad, rehabilitar y recuperar la
salud, facilitar el tratamiento, eliminar el dolor, proporcionar medidas de
bien-estar.
Este bien se enriquece porque va más allá de la sanidad y se
liga con la potencia y preservación de la vida, cuando busca contribuir a una
vida digna.
Por tanto, quien ingresa a una profesión, no puede proponerse
una meta cualquiera, sino que esta ya está dada, y es nuestro
compromiso encontrar los medios, los ámbitos, los espacios, el sistema de
interrelación para lograr los fines que el bien interno se propone. Es decir, un
profesional de enfermería, no puede desviarse en su ejercicio de cuidar, si
asume otro bien: como el tratar, el formular, estaría invadiendo bienes
internos de otra profesión, y por tanto asumiendo una extra-limitación de
funciones que no le corresponden y que la sociedad aspira a que sean cumplidas
por otros profesionales.
El bien interno de una profesión, está dado por la tradición, la historia, la cultura, el
consenso, algunas veces el mercado, porque en la mayoría de los casos lo que este
busca es sacarnos del bien interno y hacer que asumamos el de otras profesiones.
Es así como la esencia de una profesión no nos permite idear totalmente metas
nuevas porque puede suceder que cambie la esencia del bien interno, y nuestra creatividad debe llevarnos a incorporar
a una tarea de siglos, la novedad del cómo hacerla, e integrarse con esa
construcción a una comunidad de colegas, o sea de quienes persiguen metas idénticas.
También es cierto que, las profesiones han ido modulando sus metas,
matizando la forma de ejercerse, modificando las relaciones con los
destinatarios de su actividad, aumentando su técnica, pero sobre todo esto no
puede perderse la visión de que no debe desarrollarse esta modulación, si esta
cambia la naturaleza de la profesión, pues esto no sería otra cosa que crear otra profesión o
corromperla. Escuché hace poco en un espacio público, como estudiantes
proponían que una enfermera debía prescribir, formular, ojo , hasta ahora ese bien interno corresponde a otra profesión, así yo en la mía pudiera hacerlo bien. Y más aún, el cuidado entonces quien
lo dirige y lo hace?
Me explico con un ejemplo diferente a éste: la sociedad exige hoy, y
más que ayer, que debe cuidarse el medio ambiente, el ecosistema; si como
profesional de enfermería asumo un cargo para hacerlo, será partiendo del cuidado y como tal
utilizando todos los conocimientos y las
herramientas, y procesos que la profesión me dá: Bases teóricas de Nightingale,
teorías de enfermería, procesos : de enfermería, administrativo, pedagógico,
epidemiológico, investigativo y otros, es decir pensando con estos referentes
las acciones que voy a desarrollar, para no transgredir las bases de mi
profesión, pues mi contrato social como
profesional no se pierde nunca- es nunca- y eso hace que mi aporte sea
único, reconocible, auténtico dando legitimidad al ejercicio profesional.
Es necesario entonces pensar que en la formación de los profesionales, debe hacer competentes a
estos para cumplir sus fines, sin
desviarse del bien interno. Cuando se pierde esta visión, una profesión
desaparece, porque la sociedad no la encuentra indispensable y fácilmente la
puede suplir con otros profesionales o con otras personas.
Sin duda alguna, unido al fin de lograr el bien interno, es
como se consigue otros bienes externos: cuando soy reconocida porque le cumplo a la sociedad en lo que me ha confiado, tengo autoridad moral para negociar un buen ingreso, un poder social y el prestigio si es
excelente. A mi juicio, es preciso también buscar bienes externos, pero no a expensas de transgredir, cambiar, o desconocer el bien interno.
REFLEXIÓN
v De acuerdo a
su concepto, para alcanzar la meta profesional, que hábitos, virtudes y
cualidades debe adquirir, conservar, mejorar o desarrollar una persona que ha
decidido firmar un contrato social para ejercer una determinada profesión?
v Podría
escribir su contrato social en términos de compromiso con la profesión?
Buena suerte en su ejercicio profesional en
este año 2017.
Excelente.........comparto la misma visión. A veces estudiamos una profesión y pretendemos adentrarnos en senderos de otra.
ResponderEliminarSoy Enfermero y coincido en que se debe resaltar con mayor visibilidad el bien interno de nuestra profesión (el cuidado de Enfermería), puesto que éste muchas veces se empaña cuando los profesionales de Enfermería desconocen el conocimiento de la disciplina y delegan sus responsabilidades a quienes no tienen las competencias suficientes y necesarias para tal fin.
Gracias por su oportuno y acertado comentario, como quien dice....zapatero a tus zapatos.Saludos Albalucía
EliminarEstoy de acuerdo con tus dichos. Zu.
EliminarQue cada quien haga lo suyo
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