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Enfemera de la Universidad del Rosario de Bogotá-Colombia-Abogada de la Universidad Nacional de Colombia. Con formación postgradual en Gerencia de la Salud Pública,Instituciones Jurídico Laborales , Políticas Sociales con Enfasis en Salud y Docencia. He sido profesora de Etica y Bioética, FORMACION POLITICA en universidades como: Fundación Universitaria del Area Andina en Bogotá-Colombia; y me desempeñè como Enfermera HUS de Bogotá ; Conferencista en las áreas de Responsabilidad profesional, políticas de Salud y enfermería, Etica y Bioética, Derechos fundamentales, en especial derechos de los niños y niñas. Expresidenta del Consejo Técnico Nacional de Enfermería CTNE -período 2008-2010. Fui hasta el año 2015 miembro de la Asociación Nacional de Enfermeras de Colombia ANEC.

martes, 1 de noviembre de 2016

LOS PROFESORES SON UNA “NOTA”

Unas breves anotaciones críticas para reflexionar sobre la necesidad de constituirse en un  “maestro”.
En cada época los jóvenes crean su propio vocabulario para significar con mayor fuerza algunas cuestiones. En mi juventud,  decir que alguien era una “nota”, significaba que ese alguien dejaba registro, quedando en la memoria por ser digno de admirar y recordar.
Así, el profesor  destinado a enseñar, es una “nota” cuando tiene  audiencia propia, siembra su semilla y gobierna espíritus, forma carácteres. Se le reconoce como maestro porque bajo su influjo abre mentes, y así, quien es capaz de ver, ve; y quien está llamado a entender, entiende. La realización del profesor está en su “maestría” (no me refiero al título,  eso está bien si acaso para el escalafón, aunque…) sino considerado el ser maestro como una elevación de plena humanidad; cuando  hace el paso  a esa maestría, es porque es líder en cuanto cree en algo y vive un ideal.
Por otra parte, la Universidad tiene un ser prestado; por eso algunos la denominan en abstracto como un “ente educativo”, que depende, en gran medida, del espíritu que anime el cuerpo de profesores, quienes como generación adulta  marcan la tónica, la impronta; no olvidando que al lado de esta generación adulta, aprende la generación joven. La generación adulta debe aportar experiencia, estilo, ética;   la joven  fuerza, disposición, curiosidad, primordialmente inquietud.
Cuando la Universidad se cierra en sí misma ( y por ello no se vé el  impacto afuera en el ejercicio profesional , porque se quedan sus producciones en anaqueles ) , es porque los profesores están enclaustrados, separados unos de otros, fugados de su entorno, y así pierden fuerza, y en esa medida no alcanzan a traspasar los muros universitarios, se quedan ausentes de vida pública ( entendida como el escenario natural del ciudadano), en consecuencia producen generaciones de egresados  más o menos tecnificados, despegados de la realidad social, cada vez con un nivel cultural más bajo.  Alguna vez señalaba, y no me duele decirlo, que los egresados pasan de la universidad cerrada a la desocupación abierta. En ese desierto no saben para qué sirven.

La verdad es que también, el mismo modelo educativo ha hecho que el ejercicio del profesor se constituya en una carrera azarosa, si la gana obtiene escalafón, puedes tener un aumento en tu salario- porque reivindicarlo no es muy bien visto en este campo,  si la pierde- sencillo- no te renuevan el contrato. Igualmente en esa carrera se tiene que enfrentar a las trampas de la enseñanza que están inscritas en el mismo sistema. Cumple con tus horas cátedra, presenta tus evaluaciónes a tiempo, debes no contradecir a las directivas,  y en últimas dedícate a  “dictar” –ojo a esta palabra- tus clases, y ya te certificamos como “docente” para que te renueven el contrato. Desencadenada esta crisis, el profesor enfrenta dos opciones: quedarse quieto, pasivo, encerrado, desatendido de la realidad que lo alude. O insurgir, aliado de la evolución, con papel dinámico, en medio de los acontecimientos en ebullición. En su calidad de agente de cambio, su vida es conflicto; en ese desafío se medirá a su estatura espiritual, su calidad intelectual, su posición histórica.  

Es urgente:  el ser profesor reclama orientación; la comunidad universitaria necesita llenar este vacío y  no recogerse en la seguridad precaria de cátedras y laboratorios, la vida pública requiere a los profesores. 

Estamos obligados a restituir la universidad de su ausencia  del diario discurrir, de re significar su misión y papel con la realidad actual. En el caso de la salud y el cuidado, la sociedad abomina el vacío que dejan sus profesionales, y por eso la tendencia es llenarlo con  otros niveles ocupacionales, que ven una oportunidad en este campo. 

La fuerza académica cumplirá con la sociedad, el país, las profesiones y los programas educativos, en la medida que cumpla con sus funciones que le son propias desde siempre: debate de problemas cotidianos, investigación científica, construcción de colectivos fuertes, construcción de conocimientos, extensión universitaria, crítica del bagaje cultural, proposición de innovaciones, formación ética de personas, de profesionales, de científicos, de pensadores, para ser forjadores de historia. Situarse en tal alto estrado-como maestros- exige estudio, conocer el pasado, reflexionar el presente, proyectar el mañana. Desde la cumbre académica, seremos una “nota” solo si repensamos al ser humano, a la sociedad, a las profesiones, a la universidad, Y ACTUAREMOS.  
Epílogo: ¿Cual es su legado para las generaciones futuras?

6 comentarios:

  1. Alba , sos una NOTA. Me gozo tu blog, sigue así hablándonos claro aquello que no nos atrevemos a decir, y a todo tenemos excusas. Gracias
    Sonia Arguello Col

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  2. Muy oportuno, ahora todos quieren ser profesores, pero no dan la NOTA, gracias por invitarnos a reflexionar.JHONY

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  3. Como estudiante le digo: Gracias. Esta reflexión refresca el árido mundo que tenemos ahora por Universidad. ¿Cuál es el legado? actuar por convicción real de cuidar personas, no por la convicción de alimentar nuestro ego; las mejores enseñanzas son, sin duda, las acciones francas.

    Carlos Andrés Sarmiento Hernández.

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    1. Todos los comentarios me animan a seguir en este camino de la escritura, muchas gracias, espero más

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  4. Gracias por no escribir como lo hacen los docentes, de forma acartonada y seca. Por su generosa escritura que va mas allá de los prejuicios oficiales , no objetivos y con la falsedad de lo que llaman imparcialidad. Propongo, a los estudiantes como yo y los docentes a discutir este tema en su clase, no es posible seguirnos mirando en la universidad con un solo ojo, sino mirar que tan cierto resultan sus palabras y cuales son nuestros errores. Gracias profesora Alba
    Luis Eduardo Molano . Estudiante

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  5. AlbaLucía
    felicitaciones por el artículo. Cuando los profesores deseamos que los estudiantes sean el centro de nuestros esfuerzos, buscando que ellos aprendan y no demostrando nuestros conocimientos, lograremos ser una nota.

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