Frecuentemente recibo
correos y mensajes de colegas que veo asfixiados y perdidos con lo que pasa en
la profesión. Nadie tiene tiempo para nada, o somos y nos quedamos en la
comodidad para que otro trace el camino por nosotros, por desde esta columna sigo
pensando en voz alta y haciendo un llamado para que no dejemos sin destino el
ejercicio profesional.
Navegar en la incertidumbre se constituye en un
desafío para las profesiones, y es
válido en estos tiempos el empeño trascendental por definir sus
problemas, estrategias, salidas,
recursos, y demás aspectos que marcan la
incertidumbre por el futuro que vendrá.
Parece una frase de cajón aquella de que “el futuro se
construye”. Lo cierto es que, el porvenir que nos espera está determinado por
la visión que desde el presente tracemos de ese futuro, y por la forma como lo
construimos colectivamente desde nuestras diferentes circunstancias. Y también
ocurre que , la falta de visión es, por si misma, una manera de hacer el
futuro: un futuro sin futuro.
Esto ocurre a veces con las profesiones, pasamos años tras año en lo mismo, creyendo incluso que innovamos
pero no pasa nada , al contrario las cosas empeoran sin darnos cuenta. Frente a
los problemas nos cansamos de esa
carrera de obstáculos e incluso los negamos. Trazar el presente- futuro reclama orientación especialmente de aquello
que llamo aquí los “poderes espirituales
de la profesión” a saber: las organizaciones gremiales, profesionales, las
universidades, las direcciones de estructuras profesionales, los medios de
comunicación de la profesión, las redes sociales, etc, etc. Por eso , ensayaré algunas
ideas sueltas y generales, como carta de
navegación y en la responsabilidad de no dejar nuestras profesiones sin
destino.
Desafío
· Estamos obligados a restituir
las profesiones en su misión y objeto por el cual existen. De otra forma, por mas campañas de visibilización que hagamos
, seremos invisibles, desconocidas o confundidas con otros actores.
· Una cuestión fundamental, de
vida o muerte, está en que los profesores abandonen el aislamiento estéril y
restablezcan su papel promotor de la historia de las profesiones.
Se necesita más intervención de la docencia desde el punto de vista propio
cultural, científico, por encima de las presiones y urgencias del sistema educativo
y de salud, y que sea esa intervención
producto de la reflexión, en función del progreso de la profesión, del
destino superior de la misma.
·
Nuestra visión debe llevarnos a
constituirnos en profesionales pensadores
, estudiantes, egresados, dirigentes forjadores de nuevos
acontecimientos que muestren a la profesión, por ejemplo y le pregunto a Usted
lector : ¿Cuál es la posición como profesiones frente al sistema de salud, del
cuidado, de los recursos, del medio ambiente, de la moral del profesional, de
su retribución económica, social, etc, etc?
· Creo que el
pensamiento está interferido, hay dificultades para reflexionar, pertenecemos a
la era del ruido, el afán, a la distracción mirando demasiado el bosque y poco
los árboles. Época penosa de rumbo perdido y desasosiego generalizado, clima
impropio para pensar. Se debe hacer un esfuerzo por reconstruirlo, con espacios
de encuentro real y virtual, escribir , comunicar, no esconder lo que se
produce.
Es urgente, pasar de la claridad personal a la
claridad grupal, y señalo enfáticamente que, carece de puesto legítimo en una
profesión aquella persona que se llena de títulos, conocimiento, por supuesto ascenso en la escala salarial pero solo ella , claro y eso si, a nombre de la profesión. Nadie está éticamente autorizado para guardar lo que
sabe, es su deber compartirlo y eso se
hace en organización y en ir más allá
del confort.
·
Cuando
no tenemos certezas, cuando el piso se nos mueve por amenazas como :
otros actores que aparecen en el mundo profesional realizando lo que
usted sabe hacer; formas deficientes de trabajo y pago del mismo ; recortes y
variaciones a los currículos de formación; trabajo en condiciones denigrantes:
jornadas, destajo, hacer lo que no debe hacerse; aumento de las demandas por responsabilidad
; recortes de personal; exigencias abusivas de formación para acceder a un
cargo; fenecimiento de las organizaciones profesionales y pérdida de
visibilidad de las mismas; pérdida de autoridad del conocimiento específico de
una profesión, a profesiones como enfermería no la consultan sobre el cuidado,
en eso aparecen otros actores como “sabedores” del mismo tales como
antropólogos, sociólogos etc, etc; y
otras amenazas que indican que estamos
navegando en la incertidumbre.
·
En
medio de ese caos, los principios y valores profesionales peligran, parece
que todo vale, que nada importa salvo la propia supervivencia y los intereses
de cada cual, y la historia nos enseña que cada vez que se ha actuado así, ha
sido como echar leña al fuego.
Estas y otras
razones nos señalan que es hora de
aventurar salidas y dar respuestas a esa situación que a todos y cada uno nos
compete. Llegó el tiempo de asistir, participar, liderar, promover espacios que
potencialicen la participación , la creatividad. Es necesario que las universidades, las
organizaciones desplieguen foros de
discusión y análisis, que nos convoquen
y convoquemos, y que así estemos navegando en contextos no favorables para el
desarrollo profesional, y en medio de las tormentas , miremos con
claridad dónde ir, orientándonos hacia la Estrella polar (para enfermería la Ley 266 de 1996 y la 911 de 2004),
de la cual nos habló alguna vez el maestro Fals Borda: “Necesitamos volver a la Estrella polar del altruismos, y permitirle
a este ejercer su potencial subversivo en el descompuesto mundo contemporáneo,
haciendo que lo instrumental converja en lo axiológico-tener cabeza lúcida y
corazón de león- un esfuerzo útil para reconectar nuestras disciplinas y artes,
recobrar el sentido positivo de nuestras preocupaciones “ (Fal, Orlando
(1988) retos del futuro . Bogotá- IEPRI-Colciencias). Se
escuchan ideas, y a trabajar
Excelente llamado, creo debemos establecer un trabajo en equipo desde los diferentes conocimientos que tienen los profesionales de enfermería, a través del colegio o la ANEC...
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