Si la atención de la salud
es un derecho reconocido internacionalmente, ¿Porqué las orientaciones
políticas, desde las propuestas neoliberales que inspiran hoy la acción de los
Estados y las normatividades legales, buscan
restringirlo en su alcance y contenido? ¿Cuál es el anclaje ideológico que soporta
a dichas orientaciones? ¿La atención de
la salud se debe dar a todos por igual, o más al que la necesite?
Muchos gobernantes y
políticos de hoy, consideran que no es posible hacer lugar a todas las demandas
relacionadas con la salud, afirman que no existe en el mundo sistema ideal de
salud, y por tanto, universalizar este
derecho es impracticable por los costos, especialmente en países como los de América Latina.
Se hace necesario por ello, encontrar
fundamentos que den respuesta a esos
interrogantes y controviertan estos supuestos, toda vez que dentro de ellos
subyacen intereses particulares económicos del capital, que llevan al
desconocimiento de la legitimidad de derechos universales que, como la salud, preservan el interés común de
una población.
A riesgo de incurrir en simplificaciones,
con el fin de contribuir a la comprensión de ese problema, se delineará, solamente,
una de las tesis en la que se soportan los supuestos anotados.
La tesis del “decent minimun”
Colombia es uno de los
países que desde los años 90 sufre una ruta legislativa en torno a la atención
de la salud ,discusión espinosa que es revivida porque en el Congreso de la
República cursa hoy una nueva reforma, inspirada, a mi entender, por una tesis
cuya tendencia facilita la restricción de este derecho.
Pese a que el concepto de derecho a la salud posee relevancia
teórica y empírica considerable, siempre se ha conectado con los problemas
nucleares de la justicia distributiva sanitaria. Es decir, tiene conexión con algunos aspectos complejos
de determinar objetivamente como son: que debe entenderse por necesidades en
salud, cuales son los criterios para definir prioridades, cual es el peso específico de la atención de la salud
y otros bienes básicos, cuales son las formas y tipos de soluciones, que actores participan de esta justicia.
Para definir estos aspectos, por
la implicación económica que esto conlleva, el pensamiento liberal se ha
soportado alrededor de un referente filosófico tradicional (Stuart Mill) : la
tesis del “decent minimun”; cuestión
no trivial y compleja que parte de
presupuestos parciales , o relativos para entender la justicia, los bienes básicos y la distribución de los recursos. Se
fundamenta en el principio de autonomía ,
toda vez que, considera valiosa la libre elección individual de las personas ,
frente a la cual el Estado y los individuos no deben interferir con esa
elección.
Bajo esa concepción , la salud
es considerada un estado de libre elección de las personas En el curso del
desarrollo teórico de este principio, algunos pensadores liberales (Sade- Nozick) consideran que el reclamo hacia los
bienes y servicios de terceros , constituye una lesión de la autonomía. Esta tesis defiende el Estado mínimo, considerando
que este es el único que puede legitimar el derecho a no interferir; al no
establecer ninguna pauta, fuera del mercado libre, para regular los bienes
sociales. La función del Estado es velar por el cumplimiento de los derechos
derivados del principio de justicia.
Quizá por esto, esta tesis
no riñe con el Estado moderno sino que
se casa con su ostentación de dar mayor confianza a la viabilidad del sistema
democrático que opera como régimen posible
y deseable para organizar la convivencia;
una convivencia que, de pronto, acepta conciliar con los intereses económicos
de quienes detentan el capital.
El cuidado de la salud, dentro de esta tesis no se interpreta como un derecho, sino
como un servicio, provisto por quienes desean hacerlo. La salud se convierte entonces en un bien de consumo que
debe ser regulado por el mercado libre: oferta y demanda de servicios.
Con estos presupuestos, y también
pese a ellos, otros pensadores como Charles Fried, defiende esta tesis, cuya obligación recae sobre el conjunto de la
sociedad. Su propuesta conecta los derechos y deberes con la idea de humanidad,
la cual se materializa en los
frutos que producen las comunidades y que son manifestaciones de nuestra
interdependencia: la lengua, cultura, los productos del trabajo. De ahí se
infiere el derecho a compartir equitativamente los limitados recursos de
la sociedad. Ahora bien, no cualquier
fin que nos propongamos da lugar a demandas legítimas. El piensa que las
necesidades humanas son voraces y que pueden implicar demandas excesivas hacia
los otros, además estos bienes que constituyen derechos no deben intervenir en
el concepto de autonomía , es decir solo se tienen que compartir los bienes sociales objetivos: defensa nacional,
policía, poder judicial, educación y salud básicas.
De todo esto se deriva un derecho principal, el de
compartir equitativamente los bienes que la comunidad produce, dentro de lo
cual se encuentra el mínimo decente a la
atención en salud, cuyo correlato en términos de obligación le
corresponde al Estado. (El POS en Colombia) Los servicios que
superen los límites de ese mínimo deben quedar librados al juego del mercado.
Fried reconoce que en esta propuesta los pobres
tendrán una atención más deficitaria que los ricos, y por ello quienes aplican esta teoría ,
comprenden que debe “focalizarse” esa atención por parte del Estado, (Régimen
Subsidiado) a fin de no desigualar la balanza y para que la salud así sea un
culto a la justicia.
Por otra parte, otros pensadores liberales (Green-) ablandan la tesis aproximándose a la
concepción de la salud como derecho. Con base en la tarea que le corresponde a
la justicia de determinar el peso relativo de la salud frente a otros bienes
básicos, encuentran que pese a lo problemático de definir los límites de las
necesidades reales de las personas, salomónicamente se debe incluir la salud dentro de la noción de
beneficencia, y aún más , algunos consideran que bien puede no depender de la buena voluntad del Estado y la sociedad, sino que el primero
tiene la obligación de garantizar los bienes primarios de sus ciudadanos.
Estas posiciones plantean acordar entre todos un
derecho igualitario, esto es, un sistema de cobertura y accesibilidad para
todos, ya que sin salud ninguna persona podría elegir su libertad. La
protección del derecho debe darse así basada en la igualdad de oportunidades,
de forma que esto permitiría no discriminar por razones de situación económica.
Finalmente : Descartar de tajo esta y otras tesis que
anclan la ideología de los sistemas de salud imperantes, la forma como están regulados
y normatizados , no es cuestión de
momento.
Significa un
proceso que permita ir develando el aura de misterio que los rodea. En efecto,
las acciones en salud implican gasto y muchas veces desgaste en las esferas de lo
material no solo sobre los gobiernos, sino sobre todo para la población. Sin
embargo también es cierto que estas tesis
, como la dibujada, no representan un
buen punto de partida que demuestre mejores acciones de salud y bienestar para
la población, incluso, rebasando situaciones que otra hora ya había sido
superadas. Humildemente los gobiernos, la sociedad , los gremios deben
reconocer que las tesis han fallado, que es necesario plantear nuevas
concepciones, construir supuestos, aventurar hipótesis hacia un acceso
igualitario destinado a garantizar a todos los miembros de la sociedad iguales
posibilidades de alcanzar una capacidad madura para hacer uso de sus derechos y
argumentar sus demandas. Es desde ahí donde desprende el
derecho a la salud.
La defensa de
un derecho igualitario a la salud implica apartarlo de los valores del mercado
pero también el éxito depende de la posibilidad de contar con un criterio
justificado que ponga de manifiesto que todos los derechos requieren de una acción positiva de los gobiernos (gasto público
incluido), y por consiguiente todos los derechos son económicos y sociales, y
están más allá de lo mínimo decente, es de anotar que antes del mínimo, o al
caerse este –desde la física- se llega a
la “nada”.
Fundamentalmente,
creo y por ello lo expreso, que las salidas a encontrar deben ser trabajadas
con fundamentos en los principios del enfoque de derechos, las propuestas para el
desarrollo humano que provienen de tesis sobre necesidades y capacidades de
Amartya Sen, Nussbaum, Manfred Max Neef, lo cual permitirá argumentar y reconstruir
un marco normativo que dé respuesta a tanta desesperanza en el campo de la
salud.
A los amigos del blog, agradezco
su confianza y fidelidad durante el año que termina, deseándoles mejor futuro para el 2014 , en lo personal, profesional,
trabajo, género y ciudadanía. ¡Buenas
fiestas.!
Apreciada Alba, quiero agradecerte por este espacio pedagógico que cada vez nos sorprende . Esto de las reformas de salud, es un problema no solo de Colombia sino de varios países del mundo como Estados Unidos, España que sigue la misma línea de orientación de organismos como el Banco Mundial , el Fondo Monetario Internacional y otros. Me parece que como crítica, es necesario decirlo, nos falta como lo señalas argumentación y esta debería hacerse en la academia, desafortunadamente no se estudia a profundidad estos temas, se queda en lo inmediato, en los artículos de la norma. Te deseo las mejores venturas para el próximo año y que continúes con el dinamismo que te caracteriza.
ResponderEliminarAngela Ma Avila
Enfermera
Dos palabras, dos cuestiones:
ResponderEliminar1. Derecho, conducta dirigida a la observancia de normas que regulan la convivencia social y permiten resolver los conflictos intersubjetivos.
2. Atención, capacidad que tiene alguien para entender las cosas o un objetivo, tenerlo en cuenta o en consideración.
Se habla entonces que el grupo regula para el individuo????, entonces, otros plantean determinantes de lo que cada cual es????
Entonces..¿Que queremos los Colombianos que sea la salud para cada uno de nosotros?.
Esa es la pregunta inteligente, ¿que queremos que sea nuestra salud...? Desde esa prospectiva llegar a normatizar universalizando la salud es decir "uni--versal" lo común para un mundo diverso, definamos primero lo común para lo que somos de verdad , no lo que nos importan de otras latitudes.
EliminarUn saludo Alba por motivarnos a pensar..
Luisa
Hola Alba Lucía gracias por acordarte de mi. Te envío un fuerte abrazo, deseándote un año lleno de sueños y proyectos hechos realidad. Paulina Cepeda Martínez, Decana Facultad de Enfermería, Universidad Antonio Nariño
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