ETICA EMPRESARIAL y VALORES DEL CUIDADO

Estaciòn Saint Lazare- Paris.

Uno de los pilares fundamentales de la Empresa de hoy, es desarrollar un programa de Etica Empresarial para lograr el compromiso y actuación ética de sus miembros ¿En qué fundamentos se debe basar una política que pretende mejorar este aspecto? Y ¿Cómo alcanzarlo?

Tratando de encontrar una respuesta a estos interrogantes ,  planteo como tesis y conclusión anticipada lo siguiente: es posible el logro de dicho compromiso, si los empleadores se integran a él,   atendiendo a dos imperativos: el respeto por la autonomía de sus empleados y el cuidado del contexto organizacional que facilite la actuación ética de los primeros. 

El marco de esta propuesta rescata  la naturaleza de los "valores del cuidado" (solidaridad, vida buena, cooperación,  cuidado del otro, meritocracia, pluralismo etc), cuyos fundamentos permiten comprender que: solo los  individuos a quienes se reconoce como autónomos, pueden auténticamente comprometerse con la empresa.

Espacio para comenzar:: La fundamentación metodológica  la constituye el proceso de SOCIALIZACION o de DESARROLLO HUMANO que permite internalizar la realidad, interiorizar  valores, criterios éticos y normas, interactuar buscando el consenso intersubjetivo, adquirir y reforzar comportamientos dignos y acciones democráticas, teniendo como  punto de partida de la propuesta, aquellos espacios que se conocen como  “intercambios comunicativos cotidianos.”  Como lo señala Humberto Maturana, “el lenguaje es creador de realidades”.

Porqué desde este espacio?  porque todo espacio de intercambios: verbales, gestuales o escritos, resulta muy propicio para ser intervenido  por valores, y en esos espacios  se puede ver  el  SER de la Empresa  , su  cultura  y  contexto organizacional. 

El pensar los espacios de intercambios  CON  el  referente ético  de los valores del cuidado, necesita de planificación,  control , diálogo, consenso  y coherencia  para ser consecuente con una  política de compromiso ético de sus miembros. ( Ejemplo: si   un memorando se relaciona con la preocupación del espacio físico de trabajo o de descanso, ese memorando se acompañará señalando los medios que los empleadores darán para su  mantenimiento y el consenso a que se ha llegado o se busca llegar con los trabajadores).  Igualmente, para institucionalizar prácticas sociales,  con enfoques democráticos como el que aquí se propone,  se necesita introducir a todos los miembros de la organización tanto en el  el estudio del marco teórico de referencia, como en el mismo proceso metodológico de socialización.

Formulación de un malestar : Puede ocurrir que los empresarios hayan comenzado el proceso de implementar en su organización el programa integral de ética  por cumplir con las obligaciones que le impone la legislación de los países-por ejemplo realizar programas de responsabilidad social, buen vecino, buen gobierno; en muchos casos (lo he comprobado en mis asesorías) el enfoque ético que utilizan  es un enfoque de riesgos, que a mi entender genera miedos, temores y culpas alienante sin   grandes logros de comportamiento ético transparente.

Al respecto,  es común ver que en  instituciones que trabajan ese enfoque, se diluye la autonomía de los profesionales y se remplaza por la jerarquía, con  desmotivación y desinterés por el otro, haciendo que las personas se limiten a cumplir con los mínimos deberes impuestos por el trabajo y por las normas elementales de convivencia.( llamo a esto calentar silla) .  Particularmente en el campo del ejercicio de los profesionales de enfermería, se evidencia   “el  burnout”, insatisfacción , falta de colegaje,  rutinización.   La vida en el trabajo se hace una carga pesada y se van creando condiciones de desconfianza,  falta de compromiso entre las personas e insensibilidad por  los otros;  y si a ello se le añade que se instauran sistemas competitivos de interacción, facilitados por prácticas de comunicación viciadas que  no admiten retroalimentación, y dan  lugar  a equívocos y mal entendidos, la cultura de cooperación  y la falta de aliciente que produce el trabajo es casi nula; en esas condiciones un trabajo se  concibe carente de gratificaciones distintas a la de un salario, y por lo general este tampoco  se compadece con el esfuerzo invertido.

Los valores del cuidado:

Forman parte de una Ética que nos permite avanzar en el camino hacia otra sociedad más equitativa y armoniosa. Su alcance va mucho mas allá del campo privado de las personas, llegando a espacios que tienen que ver con la justicia y la igualdad . O no es cuestión de justicia que las personas logren mediante el trabajo mejor convivencia, gratificación y satisfacción, mientras  van alcanzando su proyecto de vida? Esto necesita que los empleadores cumplan con el imperativo de cuidar el contexto organizacional del postulado inicial de este post.

    

Por otra parte, en toda empresa es necesario que las personas cuenten con un factor de cohesión entre ellas y de automotivación, ya que esto  permite  desarrollar sus actividades con las motivaciones positivas que proporcionan la gratitud, la confianza y la admiración por parte de los jefes y compañeros; el entusiasmo de realizar tareas con sentido, en espacios donde se reconoce la autonomía,  redunda en el propio autodesarrollo personal o profesional y empresarial.

Quien no aspira a encontrar ambientes de trabajo donde las  personas compartan ideales comunes e importantes (una verdadera comunidad) dentro de sus proyectos de vida y se respeten  criterios y sensibilidades distintas en torno a lo que tendría que esperarse de una buena convivencia y de un buen ser humano; comprendiendo que una persona  se hace ser humano en su convivencia con otras personas y en las prácticas propias de esa convivencia.  

Los valores de la dignidad y  del cuidado del otro, permiten al empresario aplicar en su organización dinámicas y estrategias  tendientes, por una parte, a identificar y reconocer públicamente las virtudes que los miembros de la empresa más aprecian y desearían encontrar entre sus compañeros y jefes; y por la otra, a identificar las maneras de lograr entre todos un ambiente de trabajo más cálido y de mayor exigencia en cuanto a esas virtudes que redunda sin lugar a dudas en mejor calidad del trabajo;   Pero esta nueva cultura del reconocimiento,  debería comenzar en los espacios de formación, donde a veces no se fortalece ni se construye  con estos componentes una COMUNIDAD ACADÉMICA.

Sin entrar en mayores detalles que diferencien los valores de la Ética de los negocios, de la Ética general y de la Ética del cuidado, señalo que la transgresión de valores que sucede en las organizaciones, algunas veces, no  trae resultados calamitosos y paralizantes -como puede ocurrir cuando se transgrede valores que inciden directamente en el juego de decisiones del capital, las inversiones, los mercado y  desde la Ética de los negocios ,  o resultados que tienen que ver con los mínimos éticos como lo plantea la Ética general con las prácticas de buen gobierno- sino  que los valores del cuidado son profundos y vitales porque inciden en el SER,   en la subjetividad de las personas , sus motivaciones ,  y en la sensibilidad que demuestran ante las necesidades de sus congéneres.

Desde esta propuesta, reitero la necesidad de fortalecer los espacios de intercambio comunicativo y sus practicas   porque facilitan y permiten cohesionar a las personas ;  de hacer que puedan , entre sí, volverse mejores seres humanos y establezcan, mediante su modo conjunto de operar, las condiciones propicias para la ética en la empresa. Dada las singularidades de cada empresa, los valores en juego deben pensarse CON  el referente que caracteriza los mínimos  y máximos éticos como un continuo (los mínimos y máximos dependen de los bienes que están en juego: ejemplo como se firma un contrato, como se despide a la gente,), por supuesto, considerados deseables por los miembros de cada empresa. ( ejemplo: lo mínimo con lo cual una persona se sentiría bien es si a ella se le explica la letra menuda de un contrato)A ese continuo llamo aquí también valores del cuidado.

Enfatizo que dichos valores  aseguran los derechos fundamentales de las personas, (incluyen los valores democràticos) su autonomía y autenticidad, y en prospectiva buscan un escenario -el contexto organizacional- que convierta las restricciones en bienes deseables; sin ellos , aunque pueda una empresa  asegurar los mínimos del respeto y del no daño a las personas, se pierde el aliciente que representa una vida con sentido, es decir como proyecto realizable mediante el auto-desarrollo y la autonomía o capacidad de dirigir y ejercer sus propios asuntos.

Existe  una subsidiaridad muy significativa entre los valores en juego y el contexto organizacional. Por ejemplo, si en una institución educativa  se quiere  que el personal de la empresa internalice el valor de la participación democrática, y que los estudiantes aprendan sobre esta, no puede  utilizarse para ello una dinámica en la cual haya una figura de autoridad decidiendo y  transmitiendo información, de manera unilateral, a los receptores del mensaje,  castigando  y excluyendo  a quienes demuestran actuaciones democráticas.

Es hora de ser consecuentes con la historia ,  la cultura, nuestras profesiones, organizaciones y empresas, construyendo  y posibilitando otro sistema de valores como los valores del cuidado.

A continuación , añado un  recuso pedagógico , cedido cordialmente por Radialistas.net: Los audios  tienen una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 3.0., se llama el El remero) 

EL REMERO:  click en el audio para comenzar.