PAISAJE NARIÑENSE:"DONDE EL VERDE ES DE TODOS LOS COLORES" |
“El cuidado de la vida tiene que ver con la creación de
un pensamiento terapéutico que ayude a paliar la carencia de sentido de la vida”
Dario Botero.
En Colombia
, la Ley 266 de 1996 o ley que regula el ejercicio de la profesión de
enfermería establece
al entorno - entiéndase aquí- la Naturaleza como sujeto de cuidado, exigiendo su pleno respeto y la obligación de cuidarla con principios como la dialogicidad, integralidad, individualidad, continuidad,
calidad y, con competencia.(art 3o)
En estas líneas de reflexión - donde se el ambiente
hospitalario que es el que más conozco- el entorno constituye todo un sistema
de elementos abióticos, bióticos , organizacionales y socio económicos con que interactuamos en el cuidado.
Al posicionar al entorno no
como objeto sino como sujeto de cuidado, en esa aparente, leve diferencia, la Ley 266/96 hace que finalmente sea
reconocido como parte integral de la vida y salud, le visibiliza confiriéndole vida legal que no le había reconocido la profesión desde que Florance
Nightingale lo estableciera como elemento fundamental y base de la enfermería.
El
entorno como sujeto de cuidado constituye primero, un nuevo paradigma
explicativo (o si se quiere mejor una nueva cosmovisión) del propósito y fin de
la profesión y, segundo: visibiliza el carácter del cuidado en la producción y
reproducción de vida y salud. Un ejemplo para sustentar esto nos lo dá Nightingale
en sus notas sobre enfermería al señalar la primera regla de enfermería: “mantener el aire que respira tan puro como
el aire de fuera, sin que el paciente se resfríe”, en el mejor entendido de
hoy , que este aire ,metafóricamente hablando, sintetiza un
ambiente que debe valer la pena respirarse ,porque se ha cuidado previamente todas las dimensiones ambientales.
Desde
otro ángulo, situar como sujeto de cuidado al entorno, significa valorar la
concepción de alteridad en él. Es decir, reconocer que es “un otro”, y como tal
tiene su sabiduría, organización, cultura, un comportamiento, otra forma
de pensar, sentir, ser, y por tanto debe ser respetado y cuidado.
Su cuidado implica
responsabilidades profesionales, y deberes éticos.
Al respecto, Nightingale
hacía el llamado a la inteligencia y participación de enfermería sobre lo básico de un entorno sano: la necesidad de
ventilación, calefacción, manejo del ruido, de los olores, de los residuos y
excretas, la luz, la limpieza, etc, etc. Tendríamos que hacer, por tanto, una
objeción a la profesión hoy : ¿Cuál es nuestra participación en el diseño, planificación y organización de la estructura, infraestructura
de los espacios para el cuidado? ¿Por qué permitimos el hacinamiento en
espacios como urgencias, unidades, consultorios, pasillos etc? ¿Documentamos los trastornos de visión, sueño,
ruido, en situaciones donde solo existe luz artificial, sótanos, etc , etc?
¿Cumplimos con reportar las condiciones
para el cuidado que nos exige la Ley 911 de 2004?¿Integramos en toda la formación del profesional la enseñanza del medio
ambiente?
Así
visto , el entorno hospitalario, el hábitat de las personas, los lugares de la
comunidad: escuela, parques, ríos, montañas, fauna, y toda la gama de naturaleza, que
constituye sujeto de cuidado, no puede continuar percibiéndose como un
telón de fondo donde no aparecen los seres humanos; donde el entorno es considerado un objeto que utilizamos para nuestro provecho; debemos hacer conciencia que como sujeto merece todo nuestro respeto, obligación y compromiso , exigiéndonos que
olvidemos la forma insular de cuidar solo a las personas y, para lo cual debemos integrar en nuestros procesos y
planes de cuidados al ambiente como un sujeto con espacio propio.
La
profesión también cuenta hoy con teoristas que de verdad aportan a esta mirada de cuidado y
de nuevos sujetos; está por ejemplo Martha Rogers y la teoría del cuidado de
los seres humanos unitarios, una propuesta de reconstrucción mental y social que
plantea valores y principios capaces de reconducir a un mundo que ha perdido la
cordura hacia caminos de vida y salud,
especialmente para quienes más sufren los efectos de un mundo desigual.
La concepción del entorno como sujeto de cuidado debe llevarnos
al re-encantamiento del cuidado de enfermería, tan necesario hoy en la
profesión y la sociedad.