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"Niña con paloma" Picasso |
Esta reflexión ofrece
algunas ideas iniciales sobre la Precaución, como enfoque y principio práctico,
hacia la construcción de una cultura precautoria y un ejercicio profesional responsable.
Desde la Declaración
de Rio (1992), su campo de aplicación ha sido, principalmente, las situaciones
de medio ambiente y la salud pública. Hoy este nuevo principio bioético gana confianza y aceptación social en todos
los campos de conocimiento y actividades humanas, por sus ventajas en términos de seguridad, agilidad
en la toma de decisiones, en la evaluación, en la gestión.
QUE ES: a) Me
atrevo a señalar que la precaución es
la madre ¿o hija?de toda prudencia. Ante
todo, la precaución es una actitud cuya
intención es evitar efectos indeseados de decisiones y actos Se parece en este caso a la prudencia que nos
recomendó Aristóteles. Sin embargo, a
diferencia de la virtud de la prudencia, la precaución surge como principio,
cuando no hay certeza de los impactos de una intervención, buscando un equilibrio
entre los beneficios de las acciones y los posibles daños que acarrean estas,
proporcionando un razonamiento para seguir una determinada dirección en un caso
y contexto específico, respetando para esto los criterios
profesionales en la toma de decisiones.
La precaución es
científica tanto en su formulación como en su aplicación. Con este principio el
profesional es capaz de identificar y
tener en cuenta sus limitaciones de conocimientos y la necesidad de contar con
un marco más amplio de observación, toda
vez que la falta completa de evidencia científica que no se conozca, no debe usarse como razón para postergar las
medidas que impidan degradar o dañar la salud de los seres humanos. Igualmente
es preciso tener en cuenta otras situaciones como la intuición, “ los sentires”, y otros
saberes, con los cuales se puede tener
una actitud de vigilante y prudente anticipación a aquello que podría tener un
desenlace no deseado.
b) La precaución y el riesgo (amenaza de daño
producido por los hombres) no son solo
cuestiones técnicas, son también políticas: la evaluación del riesgo ,
lejos de ser un frio ejercicio de asepsia científica, tiende a diferir según
quien los evalúe, y quien tenga que soportarlo y esto es una cuestión ética y política
que implica la búsqueda de un equilibrio de valores, por tanto es una
herramienta de gestión y gobernanza.
QUE NO ES: a) El profesional precavido
no es osado, toma el máximo de
provisiones para evitar el peor de los resultados. Un viejo chiste explica esto. Un hombre salta desde un edificio. Al pasar
por cada ventana, mientras baja, las personas que hay dentro le oyen decir: “por ahora va bien, por
ahora va bien…”. Actúa como si estuviera haciendo una estimación de riesgo,
pero el resultado, en verdad, está determinado. Contrario a este hombre, el profesional
precavido hace un balance
beneficio/costo, el cual sustenta su decisión que toma.
B)
No es actuar con “optimismo ingenuo”, como
aquellos profesionales que además de ser
extremadamente positivistas (algo de
admirar) tienen una visión muy simple de
la realidad, o se basan en falsas creencias, o mitos, pensando que todo saldrá
bien siempre, y que nada malo les puede pasar hagan lo que hagan
A MANERA DE RECOMENDACIÓN :
· Identifique
el problema, tanto el inmediato como aquello que podría suceder si la actividad
que realiza continúa. Un caso sencillo:
en determinado servicio de urgencias, solo tomaban temperatura, en el triaje, a
los niños, hasta que
un día…. Identifique
lo que no sabe.Sea humilde, pregunte.
·Evalúe la gama de alternativas, rigurosamente pregúntese sobre los riesgos y beneficios de cada una para tomar su decisión.
· Recuerde que el principio de precaución es un proceso, entre otras cosas es un proceso de aprendizaje, recordando que a cada decisión corresponde su propia información, incertidumbre y alternativas.
· El profesional tiene la obligación de saber, investigar, comprender, informar sobre todo lo potencialmente expuesto al riesgo, y actuar sobre los potenciales impactos, no cabe escudarse en la ignorancia, o en la falta de recursos, o en no dependía de mi, etc, etc.
· También tiene la obligación de compartir el poder, democratizando la toma de decisiones. En lo legal, es importante saber que al iniciar una actividad nueva, la carga de la prueba recae sobre el iniciador de la actividad; quien debe demostrar que no hay vía alternativa más segura para lograr lo que ha de lograrse. Sin embargo si los siguientes profesionales reparan en el error, su obligación es rectificar la alternativa. La cosa no es cambiar por cambiar.
·Evalúe la gama de alternativas, rigurosamente pregúntese sobre los riesgos y beneficios de cada una para tomar su decisión.
· Recuerde que el principio de precaución es un proceso, entre otras cosas es un proceso de aprendizaje, recordando que a cada decisión corresponde su propia información, incertidumbre y alternativas.
· El profesional tiene la obligación de saber, investigar, comprender, informar sobre todo lo potencialmente expuesto al riesgo, y actuar sobre los potenciales impactos, no cabe escudarse en la ignorancia, o en la falta de recursos, o en no dependía de mi, etc, etc.
· También tiene la obligación de compartir el poder, democratizando la toma de decisiones. En lo legal, es importante saber que al iniciar una actividad nueva, la carga de la prueba recae sobre el iniciador de la actividad; quien debe demostrar que no hay vía alternativa más segura para lograr lo que ha de lograrse. Sin embargo si los siguientes profesionales reparan en el error, su obligación es rectificar la alternativa. La cosa no es cambiar por cambiar.
Recomiendo
leer: En este blog , el post: “observarte para cuidarte”, y en la web: “ Locus de control y
valoración de riesgos tanto en su gravedad, como en la posibilidad de
ocurrencia.”, del profesor Jesús
Edilberto Rodríguez.
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