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"mujer en las nubes " |
“El lobo se vestía con
piel de cordero y el rebaño consentía el engaño.” Mary Shelley
Dentro de la contienda
electoral que viven países como Colombia, surgen cuestionamientos a la política como profesión/vocación, indignación que se expresa, comúnmente, en altos niveles de abstención y voto en blanco. Hoy los líderes están llamados a marcar una época, en un contexto de enormes desafíos,
que lleve a reinventar la política, la otra política: aquella que muestre posibilidades reales de cambio.
En efecto, pensando CON Max
Weber y su trabajo sobre la política como
profesión/vocación, podría
considerarse que, muchas veces, razón les asiste a algunos ciudadanos que con
desconfianza observan un proceso electoral –en general- carente de propuestas
estructuradas, con metas precisas, roles, procedimientos y prioridades bien definidos, y comprendidos ,
proceso que no muestra tampoco el talante de un líder asertivo y comprometido.
El oficio político sufre un
punto de inflexión porque quizá es
interpretado y vivido existencial y biográficamente por algunos sujetos como
una profesión “burocrática”, muy lucrativa por cierto; o por otros, solo como una “vocación” motivada por ideales, valores,
normas de contenidos normativos que movilizan su subjetividad a una
responsabilidad a favor del otro, pero
con falencias en su contenido
programático y en las acciones. Cabe
preguntarse ¿Cómo articular el objetivo substancial de la política con la vía
de la profesión política? Aspecto nada fácil, nudo gordiano que nos sirve aquí para aventurar ideas sueltas, construir y de construir respuestas.
·
“Mandar
obedeciendo”: El “potestas” o representante
para el ejercicio del poder institucionalizado, debe comprender que solo es un
delegado del poder de la comunidad. Mandar obedeciendo: toda una enseñanza sobre el deber del servicio
como verdadera vocación. El que quiera ser autoridad, político, líder, gerente, etc, hágase
servidor. En ese ejercicio se cumple con vocación y compromiso con el objeto substancial
de la política: el bien común y su justicia.
·
El
ejercicio profesional de la política : como
actividad humano social debe incluir la triada, que insistimos siempre en este
blog para el ejercicio de toda profesión, conocimiento,
concepción y acción. En
la relación entre el conocimiento y el compromiso hay algo más que una
posición, se trata de una ética
·
La
educación herramienta para elegir y ser elegido: La educación se constituye en
un esfuerzo para instruir a los sujetos
en el arte de usar su libertad de elección , proporciona a electores y
candidatos un punto de referencia y reglas de conducta , pero sobre todo los
valores que guían sus elecciones. He aquí la importancia de la formación
política, hacia un nivel superior de la
política: la construcción de un estadista.
·
La oferta
de transformaciones : Sin una oferta seria que
interprete la realidad, será imposible que los políticos logren movilizar a los
ciudadanos. Los discursos no claros, o con falsas promesas solo hacen daño. Esta oferta deberá llenarse de contenido y procesos que deje ver el diseño y el valor agregado que lo diferencia de otros en
medio de las causas comunes.
·
El liderazgo personal: Es
necesario que se muestre y demuestre cuando , como y que logros obtenidos son evidentes y dan cuenta del liderazgo personal del que aspira a ser
elegido, en tanto capacidad y valores que lo identifican como actor político determinado. Pueda ser que no tenga experiencia como líder en una contienda
política, pero por la calidad y coherencia de sus contribuciones y acciones-tendencia
y probabilidad – que haya realizado en cualquier otro campo, los conoceréis. Pero vamos a lo concreto.
· El
escepticismo político: gran reto para los líderes que aspiran a ser
elegidos. No puede desecharse ni ser
comprendido como una cuestión negativa o excusa de fracaso. A mi entender, el escepticismo político constituye
un nuevo sujeto social, porque realiza,
ante todo, una acción latente y sus proyectos van más allá del pesimismo, ya
que se comprometen con la desmitificación
de la realidad. Es esta última la que lo impele a manifestarse, a procurarse
conocimientos. Pese a que me gusta la formación política , aquí lo confieso, muchas veces
me he identificado con el escepticismo político, encaminado a la duda y la búsqueda, a la lucha por la argumentación (por
cierto inconclusa) tanto como a esa desmitificación
de la política en todos sus aspectos. Es necesario, por lo tanto, profundizar y
descubrir la significación social del escéptico.
En
todo, y en cualquier caso, el tema de la política
como profesión/vocación y su perspectiva de mejoría, resulta un aspecto
complejo; nos encontramos cerca de las ventanas pero parece que el sol se aleja. Estas líneas constituyen una invitación para participar,
tomar partido, elegir, comprometerse, deseando, en todo caso, a quienes aspiran
a la política como “potestas” ocupen su
posición con vocación de servicio y líderes de la colectividad, de forma que
podamos encontrarlos y reconocerlos con y en sus acciones. Buen viento y buena mar.