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Enfemera de la Universidad del Rosario de Bogotá-Colombia-Abogada de la Universidad Nacional de Colombia. Con formación postgradual en Gerencia de la Salud Pública,Instituciones Jurídico Laborales , Políticas Sociales con Enfasis en Salud y Docencia. He sido profesora de Etica y Bioética, FORMACION POLITICA en universidades como: Fundación Universitaria del Area Andina en Bogotá-Colombia; y me desempeñè como Enfermera HUS de Bogotá ; Conferencista en las áreas de Responsabilidad profesional, políticas de Salud y enfermería, Etica y Bioética, Derechos fundamentales, en especial derechos de los niños y niñas. Expresidenta del Consejo Técnico Nacional de Enfermería CTNE -período 2008-2010. Fui hasta el año 2015 miembro de la Asociación Nacional de Enfermeras de Colombia ANEC.

martes, 2 de junio de 2015

PRINCIPIO DE PRECAUCION: POR UN EJERCICIO PROFESIONAL RESPONSABLE

"Niña con paloma" Picasso
Esta reflexión ofrece algunas ideas iniciales sobre la Precaución, como enfoque y principio práctico, hacia la construcción de una cultura precautoria y un ejercicio profesional responsable.  
Desde la Declaración de Rio (1992), su campo de aplicación ha sido, principalmente, las situaciones de medio ambiente y la salud pública. Hoy este nuevo principio bioético  gana confianza y aceptación social en todos los campos de conocimiento y actividades humanas, por sus  ventajas en términos de seguridad, agilidad en la toma de decisiones, en la evaluación, en la gestión.

QUE ES:  a) Me atrevo a señalar que la precaución es la madre ¿o hija?de toda prudencia.  Ante  todo, la precaución es una actitud cuya intención es evitar efectos indeseados de decisiones y actos  Se parece en este caso a la prudencia que nos recomendó Aristóteles.  Sin embargo, a diferencia de la virtud  de la prudencia, la precaución surge como principio, cuando no hay certeza de los impactos de una intervención, buscando un equilibrio entre los beneficios de las acciones y los posibles daños que acarrean estas, proporcionando un razonamiento para seguir una determinada dirección en un caso y  contexto específico,  respetando para esto los criterios profesionales en la toma de  decisiones.

La precaución es científica tanto en su formulación como en su aplicación. Con este principio el profesional  es capaz de identificar y tener en cuenta sus limitaciones de conocimientos y la necesidad de contar con un marco más amplio de observación,  toda vez que la falta completa de evidencia científica que no se conozca,  no debe usarse como razón para postergar las medidas que impidan degradar o dañar la salud de los seres humanos. Igualmente es preciso tener en cuenta otras situaciones como la  intuición, “ los sentires”,  y  otros saberes, con los cuales se puede  tener una actitud de vigilante y prudente anticipación a aquello que podría tener un desenlace no deseado.  
b) La precaución y el riesgo (amenaza de daño producido por los hombres) no son solo cuestiones técnicas, son también políticas: la evaluación del riesgo , lejos de ser un frio ejercicio de asepsia científica, tiende a diferir según quien los evalúe, y quien tenga que soportarlo y esto es una cuestión ética y política que implica la búsqueda de un equilibrio de valores, por tanto es una herramienta de gestión y  gobernanza.

 QUE  NO ES:  a) El profesional precavido no es osado, toma el máximo de provisiones para evitar el peor de los resultados.    Un viejo chiste explica esto. Un hombre salta desde un edificio. Al pasar por cada ventana, mientras baja, las personas  que hay  dentro le oyen decir: “por ahora va bien, por ahora va bien…”. Actúa como si estuviera haciendo una estimación de riesgo, pero el resultado, en verdad, está determinado.  Contrario a este hombre, el profesional precavido  hace un balance beneficio/costo, el cual sustenta su decisión que toma.

B) No es actuar con “optimismo ingenuo”, como aquellos  profesionales que además de ser extremadamente  positivistas (algo de admirar)  tienen una visión muy simple de la realidad, o se basan en falsas creencias, o mitos, pensando que todo saldrá bien siempre,  y que nada malo les puede pasar hagan lo que hagan

 A MANERA DE RECOMENDACIÓN : 
· Identifique el problema, tanto el inmediato como aquello que podría suceder si la actividad que realiza continúa.  Un caso sencillo: en determinado servicio de urgencias, solo tomaban temperatura, en el triaje, a los niños,  hasta que un día….  Identifique lo que no  sabe.Sea humilde, pregunte.
·Evalúe la gama de alternativas, rigurosamente pregúntese sobre los riesgos y beneficios de cada una para tomar su decisión. 
· Recuerde que el principio de precaución es un proceso, entre otras cosas es un proceso de  aprendizaje, recordando que a cada decisión corresponde su propia información, incertidumbre y alternativas. 
· El profesional tiene la obligación de saber, investigar, comprender, informar sobre todo lo potencialmente expuesto al riesgo, y actuar sobre los potenciales impactos, no cabe escudarse en la ignorancia, o en la falta de recursos, o en no dependía de mi, etc, etc.
·  También tiene la obligación de compartir el poder, democratizando la toma de decisiones. En lo legal, es importante saber que al iniciar una actividad nueva, la carga de la prueba recae sobre el iniciador de la actividad; quien debe demostrar que no hay vía alternativa más segura para lograr lo que ha de lograrse. Sin embargo si los siguientes profesionales reparan en el error, su obligación es rectificar la alternativa. La cosa no es cambiar por cambiar.

Recomiendo leer: En este blog , el post: “observarte para cuidarte”,  y en la web:  “ Locus de control y valoración de riesgos tanto en su gravedad, como en la posibilidad de ocurrencia.”, del profesor  Jesús Edilberto Rodríguez.