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Enfemera de la Universidad del Rosario de Bogotá-Colombia-Abogada de la Universidad Nacional de Colombia. Con formación postgradual en Gerencia de la Salud Pública,Instituciones Jurídico Laborales , Políticas Sociales con Enfasis en Salud y Docencia. He sido profesora de Etica y Bioética, FORMACION POLITICA en universidades como: Fundación Universitaria del Area Andina en Bogotá-Colombia; y me desempeñè como Enfermera HUS de Bogotá ; Conferencista en las áreas de Responsabilidad profesional, políticas de Salud y enfermería, Etica y Bioética, Derechos fundamentales, en especial derechos de los niños y niñas. Expresidenta del Consejo Técnico Nacional de Enfermería CTNE -período 2008-2010. Fui hasta el año 2015 miembro de la Asociación Nacional de Enfermeras de Colombia ANEC.

domingo, 1 de marzo de 2015

LA DOBLE PRESENCIA - TRIPLE JORNADA DE LAS PROFESIONALES –“….HIJAS DE EVA”.

VA POR USTEDES, ¡MALABARISTAS DE LA VIDA!  


Pensar la “doble presencia-triple jornada” implica situarse en el contexto en que se desarrolla la división –social- sexual - del trabajo . Nuestra sociedad se caracteriza por la construcción social a partir del trabajo asalariado.
El siglo que vivimos, pese a las profundas transformaciones que alcanzan todos los niveles de la vida social, continúa marcando la  división trabajo-casa, heredada de la revolución industrial, infravalorando todo aquello que tenga que ver con la reproducción social,  obviando el trabajo de las  profesiones con adscripción social de género, tales como Enfermería, Trabajo Social, Terapias, Educación (por mencionar algunas).

En ese contexto, la participación de la mujer en el mercado laboral alcanza niveles superiores al 80% en América Latina, (entiéndase no en condiciones dignas de trabajo), y allí vamos medio locas en un circo de tres pistas. Cual domadoras de fieras, bailarinas, malabaristas... tratamos de que haya magia para que el espectáculo salga redondo, y el público nos aplauda, porque además este público sabe que si hay una profesional  de aquellas profesiones –desterradas hija de Eva- ,  las cosas saldrán mejor.

Porque no reconocerlo: Somos auténticas malabaristas , ¿pero a qué costo?. 

Las mujeres mantenemos gran parte de nuestra vida en movimiento; quizá dos trabajos, o una jornada extensa llevando papeles a la casa, estudio, familia; y cuando todas estas partes se encuentran en el aire, pensamos que tenemos el control. Sin embargo, no reparamos que puede suceder algo inesperado, algo puede romperse y entonces, comenzamos a preguntarnos ¿que salió mal? ¿Qué hace la profesión y las organizaciones por mí?  

Está documentado que la doble presencia tiene gran impacto en el sentido de vida y la salud de la mujer, y porque no decirlo en la construcción familiar .  Sin profundizar en los distintos estudios que analizan la distribución del tiempo de las mujeres  profesionales y la carga laboral,  tomo como referencia algunos datos aislados para recrear el problema : del estudio “Riesgo de salud en mujeres con múltiples roles” ( Viol Gómez 2009- Universidad de los Andes) , se infiere que el interés de algunas profesionales por asumir la doble presencia en los espacios y tiempos reproductivos y productivos  es la búsqueda de ascenso social. Un dato suelto- pero curioso- respecto a la situación económica familiar : “se puede afirmar que son las enfermeras las que más ahorran, con relación a otras profesionales. Siendo estas profesionales las que más cambian de instituciones laborales  y quienes presentan más enfermedades profesionales que no las reportan, pero si las sienten.".El registro ANEC reporta que el 73% de las profesionales de enfermería son cabeza de hogar.  
Las jornadas  laborales representan una fuerte carga simbólica para las profesionales: El auto-concepto de considerarse exitosa es proporcional al tiempo que dedican al trabajo, es el caso de quienes se dedican a Educación e Investigación.  Si a esto le sumamos los indicadores sociolaborales, tales como salario, contratos y precariedad laboral, etc, completaríamos el cuadro de este problema. 
Así,  ¿No estará faltando una mayor reflexión sobre estos asuntos que aparentemente son personales y privados pero que forman parte de la identidad social  de nuestras profesiones, que es un asunto público ?   Sin duda , aquí aparece lo político y lo económico. Como cierre  propongo  que debatamos estas situaciones preguntándonos:  
¿Cómo encontrar la unidad perdida entre producción y reproducción social?  
¿Cómo  organizar los tiempos, trabajos y modos de vida en búsqueda de equidad? 
Alguien  respondería “son preguntas difíciles”, señalando ,por mi parte, que el problema puede exceder los planteamientos profesionales y multidisciplinarios, exigiendo estrategias Estatales,  que unidas a la  autoconciencia de nuestra situación podamos lograr un buen vivir.