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Enfemera de la Universidad del Rosario de Bogotá-Colombia-Abogada de la Universidad Nacional de Colombia. Con formación postgradual en Gerencia de la Salud Pública,Instituciones Jurídico Laborales , Políticas Sociales con Enfasis en Salud y Docencia. He sido profesora de Etica y Bioética, FORMACION POLITICA en universidades como: Fundación Universitaria del Area Andina en Bogotá-Colombia; y me desempeñè como Enfermera HUS de Bogotá ; Conferencista en las áreas de Responsabilidad profesional, políticas de Salud y enfermería, Etica y Bioética, Derechos fundamentales, en especial derechos de los niños y niñas. Expresidenta del Consejo Técnico Nacional de Enfermería CTNE -período 2008-2010. Fui hasta el año 2015 miembro de la Asociación Nacional de Enfermeras de Colombia ANEC.

martes, 1 de octubre de 2013

NEGOCIACION: COMPETENCIA PARA PENSAR y SITUAR EL EJERCICIO PROFESIONAL


En su última fase,  año 2013, formé parte del  grupo convocado para la construcción del documento “Enfermería disciplina social y profesión liberal: desarrollo de las competencias del profesional de enfermería”. 
Desarollo de las competencias del Profesional de Enfermería.pdf

Por esto, quiero plantear aquí algunas reflexiones personales a favor de la negociación considerada como, dentro de dicho documento, una de las competencias transversales del ejercicio del profesional de enfermería, necesaria para llevar a cabo las competencias  establecidas por el artículo 17 de la Ley 266 de 1996, o Ley que regula el ejercicio de la profesión de enfermería en Colombia.
 
Competencias transversales: herramientas que facilitan las competencias profesionales

Hablar de las competencias de los profesionales de enfermería es aventurarse en un terreno sinuoso; más aún, y tal como lo señala el  mencionado documento, si casi siempre son interpeladas por intereses diversos:  de otras disciplinas,  de los actores de la misma disciplina,  y los intríngulis del mercado laboral y de la salud.

Con el lente del enfoque de derechos, la construcción del concepto de competencias, adquiere una  acepción que se aproxima a uno de sus sentidos originales:  convenio, cooperación, empoderamiento , reunión de atributos. En su etimología el término competencia tiene su origen en el prefijo COM, latín CUM, que significa “reunión, cooperación, (www.RAE.es)

Bajo la consideración de Enfermería como disciplina social, las competencias profesionales son pensadas CON una visión humanista, de futuro, integradora, histórica y social, que se compadece con la naturaleza de esta  profesión (artículo 3 Ley 266 de 1996).

Desde la mirada sistémica que las inspiró, las competencias señaladas por la Ley 266 de 1996 deben comprenderse como “el todo es mayor que la suma de sus partes”. En ese sentido, son irreductibles,  NO transigibles, integradoras de las dimensiones: personal, social y disciplinar, necesitando para su logro de : recursos, condiciones y herramientas o estrategias, connotación que se da a las competencias transversales.

El concepto de lo transversal comporta una complejidad de contenidos, ideología e intenciones, pero en todo caso, su misión es actuar como eje organizador y en función de la finalidad de lo principal, actuando , en este caso,  como facilitador  tanto del  bloque de competencias profesionales, como del Ethos y perfil de la enfermera/o.

ALTOS DESAFÍOS  La práctica del cuidado  y el ejercicio de las competencias de enfermería  no se ejercen en solitario. Son tan importantes los sujetos de cuidado, al igual que el  COMO, el CON QUIEN , el PARA QUÉ y DONDE .

El ejercicio de las competencias profesionales, no es un asunto de aplicación de  lo instrumental; necesita  de conocimiento, concepción y acción para sortear escollos, negociar recursos, espacios, tiempos  y  condiciones y poder así asumir la dirección, gestión y ejecución del cuidado de la vida y salud, la participación y dirección de políticas de salud y enfermería, el trabajo interdisciplinario y en equipo, la adopción de estándares de cuidado, (art 17 ley 266 de 1996).

Para eso se necesita trascender al campo de las interacciones sociales, porque  en los procesos de toma de decisiones, además de las exigencias propias del campo profesional, operan las exigencias del Ethos moderno, respecto del trato con los otros. Acorde con el  imperativo kantiano,  no puede eludirse que el otro es un fin en sí mismo,  un ser autónomo, legítimo, que tiene el derecho y el deber de entrar libremente al campo de la interacción, y como tal, necesita de convicción para consentir dicha entrada. Es decir, la negociación es una herramienta para pensar el cuidado y la profesión con y frente a otro/s y otra/s

Por todo esto, la Negociación ES UNA  COMPETENCIA PARA ALTOS DESAFÍOS  que debe formar parte de los currículos de  formación de pregrado de todo profesional, particularmente , y a mi entender , por la limitante histórica y cultural de la profesión . Como estrategia para lograr las competencias profesionales, constituye una dirección analítica de la  práctica,  tiene sustento teórico, método, y se materializa en unos momentos,  involucrando el conocimiento del contexto en que se realizan las competencias a fin de cumplir con el  propósito o fin social de la profesión. 

En mi experiencia profesional  he encontrado  que desarrollar la voluntad individual  y empoderarse ,  es solo un primer paso para ponerse en camino hacia el cumplimiento de las competencias; pues dados los obstáculos que existen en los espacios de interacciones del ejercicio profesional,  él solo liderazgo resulta insuficiente.

Consideración final: Algunos profesionales de enfermería vienen postergando el cumplimiento  de sus competencias por considerarlas una empinada montaña. Si bien, las transformaciones en lo social, en lo educativo y en el sector de la salud provocan alteraciones en el ejercicio profesional, también es cierto que, nos pasamos acomodándonos y dándole vueltas a cosas que a veces no comenzamos. 
Es de anotar que , después de la expedición de la ley 266 de 1996 se han hecho varios intentos para ignorar las competencias profesionales e implementar a cambio las laborales, casi todos sin sustento legal y fáctico, desconociendo el principio del derecho: “las cosas se deshacen como se hacen”. En conclusión: No podemos permitir que nos nivelen  por lo bajo.

Podríamos a cambio, acumular y transferir  conocimientos, vivencias e historias de nuestras peripecias profesionales como escaladores en tales montañas. Considero que si se asume la negociación ,  MENOS ENCUMBRADAS  nos parecerán las competencias de la Ley 266 de 1996 y MÁS AIRE PODRÍAMOS ALBERGAR EN NUESTRO ESPÍRITU. Así todos ganaremos, de otra forma.... ¿Qué pasará con la profesión?