Absurdo suponer que el paraíso es sólo la igualdad, las buenas leyes.
El sueño se hace a mano y sin permiso arando el porvenir con viejos bueyes".
El sueño se hace a mano y sin permiso arando el porvenir con viejos bueyes".
Silvio Rodríguez (Llover sobre mojado)
Esta pregunta – ¿para qué sirven las leyes?- se ha debatido desde la Grecia antigua porque envuelve un dilema:
en caso de conflicto entre el derecho y la justicia, ¿qué debe primar?.
en caso de conflicto entre el derecho y la justicia, ¿qué debe primar?.
Pese a que hoy existe un consenso humanista y civilizatorio que ha llevado a consagrar en sus constituciones (El derecho) los valores universales básicos ( justicia), la tradición legalista de países como los nuestros , compite con la vieja tradición colonial del “se obedece pero no se cumple”, proveniente ,incluso, de voces oficiales que confunden a los ciudadanos.
Obedecemos cuando nos conviene, o a veces trasladamos nuestras razones a cuestiones de justicia (justicia de bolsillo) Toda una cultura sobre la que debemos reflexionar y transformar.
Esta historia conocida por algunos, desconocida por otros, publicada muchas veces ,nos ayudará a esta reflexión . Y DICE:
Esta historia conocida por algunos, desconocida por otros, publicada muchas veces ,nos ayudará a esta reflexión . Y DICE:
“Una mañana cuando nuestro nuevo profesor de “Introducción al Derecho” entró en la clase lo primero que hizo fue preguntarle el nombre a un alumno que estaba sentado en la primera fila: - ¿Cómo te llamas? - Me llamo Juan, señor. - ¡Vete de mi clase y no quiero que vuelvas nunca más! – gritó el desagradable profesor. Juan estaba desconcertado. Cuando reaccionó se levantó torpemente, recogió sus cosas y salió de la clase. Todos estábamos asustados e indignados pero nadie dijo nada. - Está bien. ¡Ahora sí! ¿Para qué sirven las leyes?…
Seguíamos asustados pero poco a poco comenzamos a responder a su pregunta: “Para que haya un orden en nuestra sociedad” “¡No!” contestaba el profesor “Para cumplirlas” “¡No!” “Para que la gente mala pague por sus actos” “¡¡No!! ¿Pero es que nadie sabrá responder esta pregunta?!”… “Para que haya justicia”, dijo tímidamente una chica. “¡Por fin! Eso es… para que haya justicia.
Y ahora ¿para qué sirve la justicia?” - Todos empezábamos a estar molestos por esa actitud tan grosera. Sin embargo, seguíamos respondiendo: “Para salvaguardar los derechos humanos” “Bien, ¿qué más?”, decía el profesor. “Para discriminar lo que está bien de lo que está mal”… Seguir… “Para premiar a quien hace el bien.” - Ok, no está mal pero… respondan a esta pregunta ¿actué correctamente al expulsar de la clase a Juan?…. Todos nos quedamos callados, nadie respondía. – Quiero una respuesta decidida y unánime. - ¡¡No!!- dijimos todos a la vez. - ¿Podría decirse que cometí una injusticia? - ¡Sí! - ¿Por qué nadie hizo nada al respecto?
¿Para qué queremos leyes y reglas si no disponemos de la valentía para llevarlas a la práctica? Cada uno de ustedes tiene la obligación de actuar cuando presencia una injusticia. Todos. ¡No vuelvan a quedarse callados nunca más! Vete a buscar a Juan- dijo mirándome fijamente. Aquel día recibí la lección más práctica para saber el para qué sirven las leyes."